Por mucho que te hayan contado y te hayas imaginado sobre Asia hasta que no llegas y lo ves no te das cuenta del cambio que has dado.
El viaje fue bien, fueron doce horas de Madrid a Pekín que se pasaron como se pudieron a base de pelis (buen disco duro tiene AirChina) y conversaciones con Juan. Al llegar a Pekín y pese a estar simplemente de paso y sin salir de la zona internacional nos hicieron dos controles de seguridad muy estrictos (incluye un escáner de temperatura corporal y si tienes fiebre no te dejan entrar al país para que no les lleves enfermedades). A las 8.30 hora china tras dos horas deambulando por el aeropuerto y empezando a flipar con los caracteres chinos cogimos el vuelo hacia Taipéi. Al llegar, control de pasaportes y nos esperaba un taxi que había mandado una de nuestras Buddy (gente que se ofrece en la uni para ayudar a los estudiantes de intercambio).
La residencia está bastante bien, la estrenamos nosotros, tengo una habitación individual parecida a la de Oporto, aunque sin cocina, lástima porque nos va a costar acostumbrarnos a la comida de aquí.
El mismo día de llegar nos fuimos a ver la uni con una taiwanesa que hablaba español, la universidad es enoooooorme, está en medio de una montaña y para dar algunas clases tienes q subir un cerro (hay un bus q te sube por 1 dólar: 0,025€ jaja). La universidad tiene 6 o 7 edificios de 10 plantas cada uno. Una pista de atletismo, pistas de baloncesto, tenis, beisbol... y 10 perros. Es curioso pero hay un grupo de perros que son como mascotas de la uni, todo el mundo les cuida, y ellos se duermen en cualquier lado (realmente como los taiwaneses).
Hoy hemos estado con una de mis buddys y dos amigas suyas dando una vuelta por el centro para que nos lo enseñaran. Las dijimos que queríamos probar comida china y nos llevaron a un centro comercial con miles de restaurantes para elegir. Juan y yo pedimos un menú que tenía buena pinta pero.... se trataba de un cuenco de agua hirviendo donde tenías que echar todos los ingredientes y luego mezclarlo. Los ingredientes eran tan diversos como desconocidos: tofu, bolas de pescado, una especie de corteza, ternera rebozada, algo parecido a pao-xi, hojas de col, y otra cosa que no se si eran comida o decoración jajaja lastima no haber hecho una foto. Me comí lo que pude y más me gustaba tras las risas de nuestras amigas taiwanesas. Luego fuimos a tomar un té y yo me pedí un batido que parecía normal, pero resulta que era té con leche y unas bolas que parecían gelatina y al masticarlo no era una gran sensación. Vista la experiencia, para cenar fuimos a lo seguro, un bocata en el Subway, pero seguiremos probando hasta encontrar los manjares taiwaneses.
Por la tarde vimos el Taipéi 101 que es uno de los rascacielos más altos del mundo y el ascensor más rápido del mundo (a 1.010 metros por minuto). Como veis las vistas son increíbles aunque la niebla que hay continuamente en esta ciudad te limite la visibilidad.
Luego estuvimos en un parque que tienen montado el "Chinese Lantern festival" que es la celebración del año nuevo chino, este año el animal es el conejo y por eso está representado por todos lados.
Esta noche saldré de fiesta con los demás compañeros de la resi a buscar la vida nocturna taiwanesa que aunque nos avisaron de que escasea seguro que hay algo interesante entre tanto 7/11 y McDonals.
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