El jueves llegué a Hong Kong (HK) para pasar todo el fin de semana. El viernes pasé todo el día en Macao de casino en casino y el resto de finde en HK de turismo y compras.
Mi aventura por Macao:
El viernes mi amiga tenía clase por lo que me fui a Macao a pasar el día. Para quien no lo sepa Macao es conocido como “Las vegas de Asia”, en la mayoría de los países orientales está prohibido el juego así que todos los asiáticos viajan allí para jugar en los casinos.
Llegue en un ferry que tarda una hora puesto que Macao también son varias islas. Desde la terminal de ferrys hay autobuses gratuitos de todos los casinos que te llevan allí. Cogí el del MGM (el mismo de Las Vegas, el del león) y allí gané unos 80 euros. Luego estuve dando una vuelta por el centro histórico pero no perdí mucho tiempo ya que mi objetivo estaba claro. Cogí otro bus que me llevo al City of dreams. Allí gané otros 170 euros. Cruce la calle para ir al Venecian, como podéis adivinar por el nombre es una recreación de la ciudad italiana, con un rio artificial con góndolas, decoración gótica imitando a la plaza de San Marcos en Venecia. Hechas las fotos, al lio. Por dentro todos los casinos son enormes, con varias salas conectadas entre ellas con miles de mesas de todo tipo de juegos. Reparten agua, té y refrescos por las mesas para que estés a gusto y sigas jugando, y sobre todo, no hay ningún cartel que ponga EXIT por lo que para salir del casino tardas un rato en buscar la puerta o acordarte de por dónde has entrado.
En el Venencian gane 300 euros. Tenía unas ganancias de unos 5.000 HK$, algo así como 450 euros. Eran las seis de la tarde y mi pensamiento fue: me voy a cenar algo en algún buen restaurante, juego otro rato y me vuelvo. Bien pues a partir de ese momento mi día empezó a empeorar y joderse. Estuve cenando en el restaurante japonés del Casino Grand Lisboa, un auténtico lujo aunque no me acaba de convencer su comida, tenía que haber cogido una langosta de la pecera jajaja. Luego me pasé por el casino para seguir probando suerte, pero mi racha se había terminado y empecé a perder todas las ganancias al mismo ritmo que mi ludopatía crecía. Al ir solo es difícil contralarte y nadie te dice PARA. Así que los 450 euros de ganancias se esfumaron y me fui con las manos vacías. Pero ahí no acabaría mi mala suerte.
Para volver a HK (recuerdo que HK no es China y no necesitas visado para entrar, en China si necesitas), cogí un autobús del casino que me llevaba a la terminal de ferrys. Pasé la frontera para salir de Macao, y en el siguiente puesto fronterizo antes de coger el barco, cuando entrego mi pasaporte al guardia me dice: “No tienes visado para China. No puedes entrar.” A lo que yo respondo: “No quiero entrar en China, voy a HK” y él me dice: “Pues estas en la terminal errónea, aquí todos los barcos van a China” jajaja. Había cogido el bus erróneo y al llegar a la terminal seguí a toda la gente suponiendo que iban a HK. Asique estaba en zona internacional y no podía ni quería entrar en China por lo que tuve que volver a entrar en Macao, coger un autobús a la otra termina, salir de Macao y entrar en HK. Perdí unas 2 horas. Ademas la compañía con la que había comprado el billete ya estaba cerrada y tuve que comprar otro, que no me dejó donde lo había cogido para ir, sino en otra isla, así que al llegar a HK, tuve que coger un taxi para ir al hotel. Llegué a las 2 de la mañana a casa después de una locura de día.
HongKong:
La noche que llegue a HK quede con la que iba a ser mi guía, Suzanne, una amiga que está estudiando allí.
Estuvimos en la bahía de Kowloon recorriendo el paseo de la fama, con estrellas a los actores y actrices más famosos de Asia, incluso una estatua a Bruce Lee. El paseo está en la orilla del rio que divide la isla de HK con la isla de Kowloon donde estábamos en ese momento. Desde ahí se podían ver todos los rascacielos de HK iluminados de noche, típica foto.
El sábado estuve con Suzanne y una amiga suya en NgongPing, una montaña a la cual se accede por un largo teleférico que tarda casi media hora. Allí se encuentra El Gran Buda, una estatua de 34 metros de altura y que impresiona mucho porque se encuentra en medio de la montaña junto al Montasterio de PoLinn y sin civilización alrededor.
Por la tarde estuvimos dando una vuelta en los mercados del centro: el Ladies market y Temple market. Son del estilo de los mercadillos en España, con ropa de imitación, electrónica, maletas, relojes, “joyas”… yo iba con la idea de comprarme varias cosas y tras muchas negociaciones y regateos compré una mochila, algunas corbatas y cinturones, unas gafas de sol OKLEY, algún regalo… las imitaciones son bastante conseguidas sobre todo en las camisetas de futbol. Compré la camiseta de C.Ronaldo y la de España con la estrella del Mundial. Son buena calidad, tienen todos los detalles y hasta la etiqueta de Adidas jajaja.
El domingo estuve comiendo en un dim sum, que es una comida típica china en la que se preparan un montón de platos variados y comes de todo un poco.
Luego subí a victoria Peak, que es un monte desde donde se ve toda la ciudad prácticamente como si estuvieras en un helicóptero. Es impresionante la vista de las decenas de rascacielos que hay en la ciudad repartidos en las dos islas. Lástima que mi cámara de fotos se estropeara en Macao, así que tuve que hacer las fotos con el iPhone con baja calidad.
Al bajar de Victoria Peak, di una vuelta por el world trade center de HK, donde estaban los edificios del Citigroup, Bank of China, HSBC,… te cansabas de mirar para arriba buscando el final de los rascacielos.
Todos los dias al anocher se puede ver The Symphony of lights que es un espectaculo de luces y lasers desde los rascacielos al son de la musica que suena desde la otra orilla. Algo que parece simple pero los chinos se encargan de hacerlo impactante y llamativo.
Todos los dias al anocher se puede ver The Symphony of lights que es un espectaculo de luces y lasers desde los rascacielos al son de la musica que suena desde la otra orilla. Algo que parece simple pero los chinos se encargan de hacerlo impactante y llamativo.
El lunes ya me quedaba poco por ver, me fui a SOGO, que es otro barrio más repleto de tiendas y centros comerciales, estuve en un gran parque donde los jubilados jugaban con sus lanchas teledirigidas. Aquí se ve el avance tecnológico de los países asiáticos. Mientras en España los jubilados juegan a la petanca o analizan minuciosamente obras (cuánto daño ha hecho la crisis inmobiliaria a la tercera edad), aquí construyen sus lanchas o helicópteros teledirigidos y van a los parques a fardar delante del resto de colegas.
Hay que decir que HK y Taipéi son muy diferentes, en HK hay extranjeros por todos lados, la ciudad está más preparada para el turismo y se nota que es un gran centro de negocios internacional. En cambio en Taipéi la gente es más acogedora, es una ciudad más tranquila y aunque seas extranjero, te sientes como un taiwanés más desde el primer día.
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