El pasado 12 de mayo empecé un viaje de diez días por el Sur de Asia para descubrir algunas ciudades como Singapur, Kuala Lumpur, Phuket, Koh Pan-gan y Koh Tao.
El primer destino fue Singapur, según dicen la ciudad más desarrollada de Asia aunque habría que comprobar Tokio. Al aterrizar tuve un problemilla en la frontera porque mi pasaporte antiguo esta anulado y por lo tanto metido en la lista negra de la INTERPOL. Estuve retenido durante una hora hasta que comprobaron que el pasaporte era mío realmente y no había ningún problema. Os podéis imaginar mi cara al escuchar la palabra "INTERPOL" y "Pase a esta habitación por favor" jajaja.
Singapur es una ciudad-estado muy pequeña, pero que tiene gran importancia en Asia debido a su situación estratégica en el sur del continente. La mezcla cultural es impresionante, conviven indios, chinos, musulmanes, ingleses, y algunos locales aunque son minoría. Por estas mezclas te puedes encontrar Little India al lado de ChinaTown y si sigues andando llegas a una mezquita. El segundo día comimos en un restaurante de Little india, a mí la comida india no me apasiona sobretodo porque es picante y le echan salsas a todo. La costumbre es comer con las manos, pero tampoco es mi fuerte. Además soy zurdo y se tiene que comer con la mano derecha porque la izquierda la usan para limpiarse el...
En el centro de la ciudad está el distrito financiero repleto de rascacielos donde la mayoría de empresas multinacionales tienen sus oficinas. Al otro lado de la zona financiera se encuentra el Marina Bay Sands que es un conjunto de tres rascacielos unidos en la cima por una lámina alargada que forma una impresionante estructura. Por la noche subimos a lo alto del tri-rascacielos para ver las impactantes vistas de la ciudad. Una de las torres es un Hotel y en la cima tiene una piscina con caída libre, tiene que ser alucinante poderte dar un baño a 300 metros de altura viendo toda la ciudad bajo tus pies. Por la noche dimos una vuelta por la zona de discotecas y pubs pero comprobamos que no es barato salir de fiesta en Singapur. Nos tomamos una pinta de cerveza en una terraza por 9 €.
Desde Singapur cogimos un autobús a Kuala Lumpur ya que está a apenas 300 km. Malasia es diferente, Kuala Lumpur es una ciudad mucho más grande, tiene cerca de 11 millones de habitantes comparados con los 3 de Singapur. La religión predominante en Malasia es la musulmana por lo que ver a mujeres con velo o burka es lo normal. La ciudad tiene un buen sistema de metro y carreteras pero no está preparada para tener a tanta gente en una ciudad tan antigua y realmente sucia cuando sales del centro. Pero todo es cuestión de acostumbrarte y aprovechar las ventajas que tiene.
El símbolo de Malasia son las Torres Petronas, dos torres simétricas de 450m que se ven desde cualquier parte de la ciudad y realmente impresionan tanto de día como de noche.
En Kuala Lumpur cogimos un vuelo hasta Phuket, el primer lugar de Tailandia en el que íbamos a estar. Nuestro hostel estaba en una barrio de las afueras y el panorama era realmente triste, casas muy antiguas, olor a basura por la calle, miles de cables de tensión mezclados entre sí, aceras destruidas.... pero entre todo eso encontramos un "lujoso" restaurante francés que desentonaba totalmente con el barrio, cenamos muy bien y por unos 10 €, que en Tailandia es una fortuna.
Al día siguiente, madrugón para coger una furgoneta, dos buses y un barco para llegar a la isla de Koh Phangan, donde por la noche era la FULL MOON PARTY, fiestón en la playa con más de 10.000 personas bebiendo a lo largo de los 2km de playa repleto de chiringuitos con música. La bebida típica es el Bucket, que es un cubo como los de jugar en la arena pero repleto de alcohol jajaja. Aquí os dejo un video para que os imaginéis como es la fiesta.
A la mañana siguiente, o mejor dicho: al final de la noche porque fuimos de empalmada, cogimos otro barco para ir a la isla de Koh Tao, pequeña isla paradisiaca donde estaríamos dos días de relax. El viernes alquilamos un barco y nos fuimos a bucear y dar una vuelta por algunas islas de alrededor. Paramos 3 veces para bucear y ver los miles de peces de todo tipo que había. Una de las paradas era Shark Bay, pero se supone que si nos dejan tirarnos allí será porque lo de los tiburones es un mito, pues NO. Estábamos buceando con las gafas y el tubo viendo los peces y de repente uno dice: un tiburón aquí abajo! miramos todos y había un mini-tiburón nadando bajo nuestros pies. Al principio fue gracioso, porque era muy pequeño y solo estaba nadando, pero luego la gente se empezó a ponerse nerviosa y mordió a dos personas, pero no les hizo prácticamente nada. El tiburón era de unos 30 cm, y muy plano, no tenía aleta. Pero cuando lo ves nadando de esa forma tan peculiar que se mueven los tiburones bajo tus pies y el barco está a 100 metros, pues un poco si te asustas jajaja.
La excursión en barco fue lo mejor del viaje, porque podías estar en el agua con cientos de peces de todas las clases y colores alrededor tuyo, teníamos un barco para nosotros solos, con cerveza y música, comimos en una isla desierta a la que teníamos que llegar nadando...
A la vuelta a Koh Tao, un poco de piscinita, una buena cena con pinxos de carne, pescado y gambas y para acabar con el extremadísimo día, una hora de masaje tailandés. Bueno y luego un mini de ron con los amigos en la playa.
El sábado era el día de volver a Phuket para el día siguiente coger el avión pronto. Salimos de Koh Tao a las 9AM y teníamos que llegar a Phuket a las 6PM pero en Tailandia nada es puntual ni estricto por lo que, tras un taxi, dos barcos, tres autobuses (al segundo se le jodió la suspensión y tuvimos que cambiar) y una furgoneta llegamos a Phuket a las 11 de la noche, así que no pudimos hacer las típicas compras de souvenirs y ropa que todos teníamos pensado. Esa última noche que estuvimos en Tailandia estuvimos en la zona de playa y turismo de Phuket llamada Patong Beach, y al estar allí ves porque Tailandia vive del turismo, o mejor dicho, del turismo sexual. Hay un montón de bares, pubs, discotecas llenas de Ladyboys, putas y todo tipo de perversiones, y a la vez ves un motón de hombres mayores ingleses y de otras partes del mundo haciendo "turismo" con las chicas. Estuvimos cenando en una marisquería y vinieron un niño y una niña de unos 9 años a intentar vendernos unos collares de flores, con la técnica del "mira que niños más monos", pero no.
Trabajo infantil, prostitución, "ciudades sin ley", sobornos... bienvenidos a Tailandia. A veces estas cosas te favorecen como los precios muy bajos por buenos hoteles y restaurantes pero otras veces te joden como el interminable viaje de vuelta porque el conductor no asumía que tenía la suspensión rota e íbamos a 30 Km/h y con el autobús inclinado durante dos horas atravesando la selva de Tailandia jajaja.
El viaje ha sido increíble, he visto muchas culturas diferentes, formas de vivir, gente de todo tipo, paisajes increíbles, y son lugares a los que son difíciles volver en tu vida y ahora que estoy en Asia hay que aprovechar y descubrir mundo.
Ahora mismo, la agenda de viajes está cerrada, me quedo con las ganas de ir a Japón que me han hablado muy bien de Tokio y Osaka, pero no hay tiempo ni dinero. Queda un mes de clases y luego viene mi novia y en Julio hare un curso intensivo de chino cuatro horas al día en la universidad. El 2 de agosto es mi fecha de vuelta.